Tú contigo misma

Tú, tan solo, tú, no hay nadie más;

Sabes que eres la única que puede hacer algo por cambiar;

No puedes pedir ayuda a nadie, nadie te ayudará

eres la única que puede decidir empezar una nueva vida

dejar el dolor atrás, dejarlo todo.

Y dudas, como siempre te dejas engañar por el viejo ángel negro,

te dejas atrapar entre sus temibles alas una vez más,

vuelves a caer en la tentación, vuelves a entregarte al amor,

vuelves a arrojarte de pleno al dolor,

no eres capaz de aprender, de evolucionar, de olvidar;

Deja ya las novelas, deja de creer que existen las historias con

finales felices y perdices,

deja de pensar que la gente cambia, que mejoran,

Afronta la dura realidad y asume que el dolor

forma parte de esta vida.

Elecciones

Miro hacia atrás y me veo convertida en un viejo y cansado transeúnte

que aún sigue buscando su Meca

alguien que sigue rezándole a un Dios inexistente a tus ojos

alguien que algún día se cansó

de luchar, de perder, de perdonar y al mismo momento, de amar

y he pasado tantos obstáculos que ni yo pensaba superar

cosas que un día me hacían llorar

que se me oponían y me retorcían hasta lo más profundo de mi ser

pero lo superé, salté todos esos obstáculos y ahora estoy a un paso

de lo que siempre quise conseguir

Desde luego he luchado mucho y el camino me ha obligado a

renunciar a muchas cosas que nunca dejaré de amar

he perdido lo que alguien nunca tendría que perder

y me ha tocado apretar los dientes y aferrarme al bastón

y es que a un paso de lo deseado me doy cuenta que

quizás he perdido mucho más de lo que vaya a ganar

y me veo a mi misma como a un pobre electrón

atrapado entre dos orbitales sin escapatoria alguna

preso del tiempo y de sus propias decisiones

entre dos mundos que no distan más que en una simple elección

pero lloras otra vez, cuando te das cuenta de que nada ha salido bien

ni mal, simplemente diferente, y ahora estás a un solo paso de lo desconocido

de lo que puede que te lleve más lejos de lo que has estado nunca

de perder lo que no te permitirías perder jamás

y surge una pregunta inevitable: ¿serás o no serás?

Mar de tristeza en sequía

Personas, gente, humanos y poco más;

Poco más hay dentro nuestro,

poco amor, poca empatía, poca alegría

y tanto dolor, venganza, ira y maldad;

Tantas ganas de triunfar por encima del otro,

tantas ganas de destruir, derrumbar y empezar de nuevo,

tantas ganas de dejarlo todo atrás, olvidarlo,

tantos amores dañinos, tantos sueños rotos,

tantas batallas perdidas, y lágrimas vertidas.

No más, ya es suficiente, dejémoslo estar;

No quiero más dolor, no quiero ver llorar,

no quiero volver a mirar unos ojos tristes

cargados de lágrimas.

Quiero ver salir el sol, quiero esperanza, amor;

Quiero amor, quiero dulzura, alegría,

quiero volver a creer en los milagros,

quiero despertarme contenta de empezar un nuevo día,

Quiero cruzarme con gente sonriente y feliz;

Solo quiero que no se viertan más lágrimas

a este mar, cada día.

Solo quiero que el mar de la tristeza

entre, por una vez, en sequía.

Pobre Bella

Otro día, otra noche, otro mes que se escapa de tu vida y sigues en el mismo valle en el que has pasado la mayor parte de tu vida. Sigues contemplando desde la torre del castillo como pasa la vida; y estás cada vez más atrapada, más herida, sola y aturdida.

Ha desaparecido el brillo de tus ojos, la inocencia que siempre te acompañaba, las risas, los sueños, las volteretas en el césped mientras intentabas apartar de tu frente los largos rizos que la cubrían. Ya no sueñas a la luz de la luna mientras te columpias, ya no crees en príncipes azules, ni en princesas. La realidad te ha calado tan fuerte que has perdido todo lo que un día más admirabas de ti misma, tu capacidad de soñar, de volar a otros mundos mientras dejabas bien atrás la triste y cotidiana realidad. Pero el tiempo, el tiempo lo ha destruido todo, ha acabado con tus novelas, te ha cortado los rizos y los hilos del columpio, ha roto las páginas del bonito cuento y ha secado el césped de tu infancia. Te ha hecho despertar con un beso maldito, como si de Bella Durmiente se tratara y te ha dejado encerrada en este viejo y aislado castillo de la vida donde cada día debes ponerte la armadura y enfrentarte a los monstruos de la realidad y a las venenosas espinas de la vida.

Ya no buscas el amor, ni crees ya en su imparable fuerza, ya no dejas que nadie se acerque a tu alma. Te has arrancado el corazón y lo tienes escondido en el fondo del pozo para que así nadie lo encuentre y pueda destrozarlo. Te has alejado de todo aquel que algún día pudo haberte amado, y todo porque un día alguien decidió que no eras lo suficientemente buena como para compartir contigo el libro en el que aparecía escrito tu poema.

Recuerdos de un nuevo rumbo

Voces que resuenan en una habitación
Perdida, fría y oscura;
Tristes tardes perdidas ante el amanecer,
Llenas de melancolía, con muy poca cordura;
Paseos solitarios sobre un mar rojizo
Que devuelve a su sitio al perdido;
Pasos que llevan hacia ningún sitio y
A la vez decididos;
Noches olvidadas ya por muchos
Y sin embargo aún presentes;
Recuerdos, tantos recuerdos aun sin sitio,
Tan presentes y a la vez tan lejanos a mi ser;

Hoy he decidido con dolor y amargura

Enterrarlos para siempre, lejos de mí,

Hoy he decidido cambiar su rumbo

Para no volver a vivir

Las tristes tardes, de un tardío y frío Abril.

Tan solo Él

 Amor es tan solo una palabra perdida en el tiempo,

Un pasajero del tiempo y del espacio,

Un visitante más del cielo;

Amor es algo, tan efímero como un soplo de aire fresco,

Tan lejano, tan tardío y seco,

Tan triste y a la vez cruel y sincero,

Tan difícilmente definible y tan perfecto,

Tan fugaz, tan grande y tan tímidamente verdadero

Tan fácil de reconocer tras los labios de quien

No sabe aún que no es eterno.

Otra lágrima derramada...

Otra lágrima derramada

que humedece suavemente

mi mejilla, otro corazón

partido, otra sonrisa apagada y triste

nuevos ojos llorosos, llenos

de algo que podrían ser recuerdos

demasiados motivos para abandonar

y muy pocos para seguir

la misma pregunta que se repite

incesante en mi mente

el mismo sentimiento de abandono

sin ninguna caricia, sin besos

el olvido que veo en tus ojos

sueños en los que me acompañas

tan diferentes a lo que en realidad

pueda llegar a ocurrir....

Ya he entendido que cuanto

más me intento acercar a ti

más rápido despareces

y aunque me enfade, sola, triste

te sigo recordando

como si no pudiera despegarte

de mi corazón o de mi mente...

Ni siguiera quieres escucharme

tú siempre sigues tu camino

como si fuera la afortunada que

tuvo la suerte de encontrarte

y por mucho que yo lo quiera intentar

esto nunca, jamás va a funcionar

hay demasiadas cosas, personas,

sentimientos, gustos que nos separan

y abre un abismo infinito entre tú

y yo, entre dos almas que puede

que nunca se encuentren de nuevo

pero me arriesgo y te dejo marchar

no tengo fuerzas para hacerte volver

y tu sí para hacerme llorar

por eso me despido, con la mano desnuda

intentando atrapar la arena de la playa,

la única que nunca me faltará.